Para
la pedagogía popular de Célestin Freinet (1896-1966) resulta necesario que la
educación parta de la sensibilidad y el interés del niño, de su energía
vital para llevarlo, a través del tanteo experimental, al acto logrado,
que, mediante la permeabilidad de la experiencia, va conformando sus
propias reglas de vida. Estos conceptos acuñados por Freinet son fundantes en
su teoría. Todas las actividades escolares deben partir del interés genuino
del niño y, por lo tanto, ser percibidos por él como tareas útiles que
responden a sus necesidades funcionales
y en las cuales participa sin coacciones.
El tanteo experimental es el
proceso general y natural de aprendizaje y de investigación que parte de la
experiencia y se opone a la explicación intelectual de reglas en la que insiste
la enseñanza escolástica. Refiere a la necesidad de que el proceso de
aprendizaje se inicie con la experimentación en un medio rico en posibilidades,
avanzando posteriormente hacia el análisis de las reglas y las leyes. El origen
de los conocimientos no es la razón sino acción, la observación, la
experimentación y el ejercicio. La permeabilidad de la experiencia es el
primer eslabón de la inteligencia, cuanto más sensible es el individuo a las
experiencias, más influyen las experiencias positivas en su comportamiento y
más rápidamente progresa. La inteligencia se educa generalizando la práctica
del tanteo experimental dentro y fuera de la clase, haciéndola posible y
eficaz. El proceso de tanteo exploratorio que tiene éxito y se fija con la
repetición automática del acto, se transforma en norma de vida, es la conducta
de toda vida orgánica.
Con
un naturalismo más pestalozziano que rousseauniano, sostiene que la finalidad
de la escuela es que el niño piense haciendo y haga pensando. Por eso, un pilar
básico es la educación por el trabajo debido a su capacidad social y formativa
pues hace surgir la fraternidad y se organiza cooperativamente. En el niño no
hay necesidad natural de juego sino de trabajo, entendido como necesidad
orgánica de emplear el potencial de vida en una actividad individual y, a la
vez, social, dirigida a un fin perfectamente comprendido y adecuada a las
posibilidades infantiles. El niño juega sólo cuando el trabajo no ha logrado
satisfacer toda su necesidad de actividad. Concibe al trabajo como una
actividad tan ligada al ser que se vuelve una especie de función cuyo ejercicio
tiene por sí mismo su propia satisfacción, inclusive si requiere fatiga o
sufrimiento. Como el trabajo escolar debe hallarse a la medida del niño es un trabajo-juego.
En aquellas ocasiones en que no es posible, Freinet propone derivarlo a
actividades que tienen las apariencias y virtudes del trabajo y que el niño
realiza en su medio infantil a las que denomina juego-trabajo pero, en
todos los casos posibles, su opción se inclina por eliminar la artificialidad
pedagógica y la separación entre la vida escolar del resto de las experiencias
sociales del niño.
En
sus inicios como maestro rural, Freinet fue seguidor de la Educación Nueva, y
admirador de los libros de uno de sus principales difusores el pedagogo suizo
Adolphe Ferriere (1879-1960) pero luego fue notando que las propuestas no eran
adecuadas para la educación popular. Al contrario de la mayoría de los
representantes escolanovistas que eran médicos o psicólogos, sus ideas
pedagógicas están poderosamente vinculadas con su práctica educativa. Introdujo
la imprenta en el aula para superar el verbalismo docente y también las
dificultades para alzar su voz debido a la secuela de una herida de bala en el
pulmón que sufrió cuando debió combatir como soldado en la Primera Guerra
Mundial. La otra innovación que implantó fue el texto libre y, a partir
de allí, el repertorio fue creciendo colectivamente en el intercambio
cooperativo con otros colegas.
Dos
puntos básicos de este Movimiento son el intercambio igualitario del profesor y
los estudiantes y la valoración de la expresión antes que de la adquisición
memorística. Los organizadores de la
clase cambian radicalmente porque, como en el resto de las propuestas de la
corriente renovadora, el centro no está en el maestro y su enseñanza sino en el
aprendizaje del niño que explora e indaga sobre el mundo con la palabra y la
acción para promover su autonomía. Las actividades rutinarias y los contenidos
fragmentados impartidos en lecciones,
son superados por el trabajo-juego a partir de los textos y dibujos libres y la
expresión plástica, musical y teatral de los estudiantes, la correspondencia postal entre escuelas, los
ficheros cooperativos y de autocorrección, el cálculo viviente ligado a
problemas reales y cotidianos, la investigación del medio local y los talleres
de trabajo con actividades manuales, intelectuales y sociales con base en los
intereses de los estudiantes y sus experiencias diarias sin quedar entrampados
en las molduras formales de las disciplinas.
Los
libros de texto, son suplidos por la biblioteca de trabajo y centros
documentales con diversidad de fuentes, los libros de vida y diarios escolares
conformados por los textos de los niños que eran para Freinet la verdadera
“literatura infantil”, el periódico mural, el cine, los discos, la radio, las
fotografías, etc., diseñados y producidos por los mismos estudiantes. El
conocimiento escolar no está cosificado en el profesor ni en un libro único
sino que se encuentra en los materiales diversos, las interacciones entre todos
los miembros de la comunidad y la reflexión sobre las experiencias cotidianas.
Se desacraliza al texto impreso despojándolo de su falsa aureola de certidumbre
y atemporalidad. En la propuesta de Freinet, lo básico es la vida de los
individuos en el medio. El aprendizaje se realiza mediante el trabajo de
indagación y observación de hechos por los que el niño se muestra interesado.
Las
planificaciones del docente y las evaluaciones selectivas a través de exámenes
dejan paso al plan de trabajo semanal o quincenal como un compromiso que
elabora y cumple el estudiante respetando sus iniciativas y a los Brevets o certificados de idoneidad en un clima de
autoevaluación. La disciplina impuesta se desvanece por un orden vivo emergente
del trabajo y la cooperación entre los profesores y los estudiantes y la
búsqueda de la vinculación con los padres y con la comunidad. A través de la lectura
de los libros de Freinet puede encontrarse un sentido genuinamente educativo al
uso de las nuevas tecnologías. Como innovador en el campo de los métodos y los
materiales curriculares declaró su hartazgo de los libros de texto. Aunque no
tanto de los manuales en sí mismos sino, en especial, de su uso monolítico. De
modo que, para Freinet, lo que debería abolirse es el tipo de uso excluyente,
el carácter unitario, pretendidamente uniformador, totalizante y, por tanto
empobrecedor, de los contenidos y actividades que se desarrollan en un año
escolar. Es evidente que, para muchos, sin esas características ya no
estaríamos hablando de “libros de texto”.
Más
allá de la fortaleza de las innovaciones metodológicas establecidas, la
pedagogía de Freinet no puede
reducirse a un puñado de técnicas susceptibles de aplicarse mecánicamente
porque contra ello luchó e incluso polemizó, por ejemplo, con quienes
intentaban seguir los métodos de la Educación Nueva amoldándolos al formato
tradicional, es decir, sin modificar realmente la intencionalidad, la
comunicación ni el ambiente de la escuela. Para delimitar su oposición y resistencia contra el poder
disciplinador de la escuela burguesa llamó a su Movimiento Escuela Moderna. El compromiso con la población socioeconómicamente
desfavorecida impregna el ideario y las acciones y en las instituciones adheridas pervive el
espíritu de cooperación y compromiso político que le dio nacimiento.
La
vigencia de esta pedagogía no sólo está marcada por la permanencia y el ímpetu
de las numerosas instituciones escolares que, en más de cuarenta países, están
adheridas al Movimiento y continúan reverdeciendo y enriqueciendo, con un
abundante y diverso equipaje de reflexiones y experiencias, la herencia de
Célestin Freinet sino también por el reconocimiento que obtiene su obra como un hito y referente
ineludible en las reformas de la educación popular.
En
el ambiente de las escuelas inspiradas en la pedagogía de Freinet, el uso del
tiempo y del espacio está sujeto a los proyectos que el docente guía a partir
de los propios intereses de los estudiantes. Respetando el principio de la
expresión libre se organiza el trabajo escolar. El maestro tiene que saber
preparar un ambiente rico y favorable desempeñando un papel catalizador y armonizador
para que conserven su entusiasmo e iniciativa y perfeccionando en colaboración
con sus alumnos, la organización material y la vida comunitaria de la escuela.
Respecto de la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, a la
que aludiremos en el último apartado de este texto, es interesante apuntar, la
condición de precursor de Célestin Freinet, quien en 1964 en su folleto titulado Las Invariantes
Pedagógicas expresó:
“Existen otras formas de inteligencia,
que varían según las incidencias del tanteo experimental que les ha servido de
base: la inteligencia de las manos, procedente de las virtudes con las que
actúa sobre el medio para transformarlo y dominarlo; la inteligencia artística;
la inteligencia sensible que desarrolla el sentido común; la inteligencia
especulativa que constituye el talento de los investigadores científicos y de
los grandes maestros del comercio y de la industria; la inteligencia política y
social que forma a los hombres de acción y a los conductores de masas. El
pueblo siempre ha honrado a estas diversas formas de inteligencia. (...).
Nuestra pedagogía apela a ello y, en este campo, ocupa todavía un puesto de
audaz vanguardia. Sin embargo, estamos lejos de ganar la partida. Los
“intelectuales” defienden y defenderán todavía durante mucho tiempo sus
privilegios confirmados por exámenes y diplomas” (Freinet;1996:245)
En cuanto a su posición respecto de las funciones
sociales adjudicadas a la educación escolar podemos ilustrarla con las
siguientes citas textuales.
“Hay que reconsiderar totalmente la propia finalidad
de la educación.
¿Qué queremos obtener de nuestros niños?
Antes de instalar su fábrica, el ingeniero tiene una
idea precisa de los objetos que se dispone a fabricar. Ha realizado un sondeo
comercial previo para darse cuenta de las posibilidades y de las condiciones
de salida de sus productos, y de ello deducirá las normas de fabricación que
le permitan enfrentarse con la competencia. La parcialidad de esta
prospección está, por otra parte, en el origen de la inhumana racionalización
capitalista, pues el industrial no se plantea la pregunta esencial: ‘¿Será
útil a la sociedad el producto que voy a obtener?’, sino únicamente esta
otra, totalmente egoísta y accesoria: ‘¿Podrá venderse mi producto?
¿Conseguiré venderlo lo bastante caro y en cantidad suficiente? ¿Podré
reducir suficientemente mis gastos generales para obtener un sustancial
beneficio que justifique la empresa?’.
Por desgracia, los padres y la sociedad –esos
padrinos naturales de nuestra escuela pública- razonan con mucha frecuencia
como el capitalista interesado.
Para la mayoría de los padres, en efecto, lo que
importa no es la formación, el profundo enriquecimiento de la personalidad de
sus hijos, sino la suficiente instrucción que permita afrontar los exámenes,
ocupar las plazas envidiadas, entrar en una escuela determinada o poner el
pie en cierta administración. (…)
Por otro lado, la sociedad no es ni más comprensiva
ni más generosa. Con demasiada frecuencia, está dominada por la preocupación
política de durar, sin tener ocasión para pensar en lo que ocurrirá dentro de
diez o veinte años. Lo que le obsesiona es el inmediato mañana. Pide a la
escuela que prepare al niño sólo para este mañana inmediato, para los
objetivos inmediatos que impone y que pueden no ser más racionales, ni más
humanos, que aquellos que invocaba el industrial para emprender la
fabricación en serie y el lanzamiento de un objeto inútil a la sociedad, o
quizá peligroso y nocivo.
Frente a estas dos concepciones interesadas, que no
tienen en cuenta, ni una ni otra, el punto de vista del niño, nosotros
debemos definir el verdadero fin educativo: el niño desarrollará al máximo su
personalidad en el seno de una comunidad racional a la que él mismo sirve y
que le sirve. Cumplirá su destino, elevándose a la dignidad y a la potencia
del hombre, que se prepara así a trabajar eficazmente, cuando sea adulto,
lejos de mentiras interesadas, para la realización de una sociedad armoniosa
y equilibrada.
Pero también sabemos que esto sólo es un ideal,
aunque no es superfluo el formularlo. Sabemos que en la práctica los
educadores tendrán que enfrentarse continuamente con el egoísmo, el interés
mal entendido, la organización irracional y de cortas miras, consideraciones
todas ellas que ponen en peligro de descentrar y perturbar el proceso
educativo. Razón de más para que los educadores estén iluminados siempre por
una clara visión del ideal al que, a veces, serán ellos los únicos que se
consagren” (1996:27-28)
“El trabajo será el gran principio, motor y
filosofía de la pedagogía popular, la actividad a partir de la cual se
desarrollarán todas las adquisiciones.
En la sociedad del trabajo, la escuela regenerada y
encauzada de este modo se integrará perfectamente al proceso general de la
vida ambiental, constituyendo una rueda del gran mecanismo del cual hoy se ve
apartada demasiado arbitrariamente” (1996:29-30)
“Si conseguís cambiar el clima de vuestra clase; si
dejáis que se desarrolle la libre actividad, si sabéis calentar un poco los
corazones con un rayo de luz que suscite la confianza y la esperanza,
superaréis el trabajo de soldado y vuestro trabajo rendirá al ciento por
ciento.
Este rayo de luz es todo el secreto de la Escuela
moderna” (1996:134)
“Es absolutamente necesario que, con los niños,
abandonéis la manía de la autoridad y de sus instrumentos: el castigo y la
recompensa, que colocan al niño en la obligación técnica y moral de hacer lo
que ordena el maestro.
Vosotros sois demócratas – un educador es siempre
demócrata-. Pensáis muy sinceramente que los individuos han de gobernarse por
sí mismos. Aprobáis la autodeterminación en el terreno político. Incluso
hacéis huelgas para afirmar vuestros derechos. Y está muy bien. Pero no
reconocéis ninguno de estos derechos a vuestros alumnos. Vosotros sois los
maestros; vosotros decís, quizás para justificaros: son demasiado jóvenes
para regirse y actuar libremente. Lo mismo se decía de los esclavos y se dice
todavía hoy.
Sin embargo, nosotros os podemos dar la seguridad
experimental de que los niños son al menos tan aptos como los adultos para
vivir en comunidad”. (1978:152)
“Invariante pedagógica Nro. 26: La concepción actual
de los grandes conjuntos escolares conduce al anonimato de maestros y
alumnos; por este mismo hecho es siempre una equivocación y un obstáculo. (…)
La construcción de escuelas de cinco o seis clases, las dispersión de los
grandes grupos en unidades pedagógicas de cinco o seis elementos, nos parecen
las medidas indispensables para la modernización y el éxito de la escuela”
(1996:254)
“Invariante pedagógica Nro. 27:
La democracia de mañana se prepara con la democracia en la escuela. Un
régimen autoritario en la escuela no podría formar ciudadanos demócratas”
(1996:255)
“Invariante pedagógica Nro. 28: Sólo se puede educar dentro de la dignidad. Respetar a los niños, debiendo
éstos respetar a sus maestros, es una de las primeras condiciones de la
renovación de la escuela (1996:255)
“Invariante pedagógica Nro. 29: La oposición de la reacción pedagógica,
elemento de la reacción social y política, es también una invariante con la
cual tendremos que contar por desgracia, sin que esté en nosotros la
posibilidad de evitarla o modificarla (…) No os extrañéis por ello. Sabed
anticipadamente que es preciso contar con esta invariante, que es el precio
que tendréis que pagar por vuestras conquistas, y que las mismas dificultades
y los mismos sufrimientos jalonan siempre el camino de los que quieren
ponerse a la cabeza, ya que se esfuerzan en ser educadores auténticos,
formadores generosos de hombres” (1996:256)
“Invariante pedagógica Nro. 30: Por fin una invariante que justifica
todos nuestros tanteos y autentifica nuestra acción: es la esperanza
optimista en la vida” (1996:257)
-Freinet, Célestin Los Métodos naturales I. El aprendizaje de
la lengua. Fontanella. Barcelona. 1979.
-Freinet, Célestin Las técnicas audiovisuales. Laia.
Barcelona.1979.
-Freinet, Célestin Técnicas Freinet de la escuela moderna. Siglo XXI. México.1974.
-Freinet, Célestin Consejos
a los maestros jóvenes. Laia. Barcelona. 1978.
-Freinet, Célestin La
escuela moderna francesa. Una pedagogía moderna de sentido común. Las
invariantes pedagógicas. Morata. Madrid. 1996.
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CORTO SOBRE LA BIOGRAFÍA Y PEDAGOGÍA DE FREINET
FILM SOBRE LA VIDA Y OBRA DE FREINET CON SUBTÍTULOS EN ESPAÑOL
Probablemente el más conocido y admirado exponente y continuador de la pedagogía freinetiana en nuestro país ha sido el maestro y escritor Luis Iglesias (1915-2010) en el servicio de sus dos décadas de educador rural en la localidad de Tristán Suárez.
LUIS IGLESIAS
HISTORIA DE UN MAESTRO - DOCUMENTAL COMPLETO
IMPORTANTES
REFORMADORES
EDUCACIÓN
NUEVA EN EUROPA
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PROPUESTAS INNOVADORAS
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Georg Kerschensteiner (1854-1932) A partir de 1896 en
Munich, Alemania
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Se dedicó a organizar la enseñanza profesional y
primaria en el sistema oficial de las Escuelas de Ensayo y de Reforma.
Inspirado por las ideas de John Dewey y de Pestalozzi estableció su pedagogía
en torno al trabajo educativo entendido como el desarrollo de una actitud
cada vez más enteramente objetiva, es decir, con predominio de los intereses
objetivos y heterocéntricos sobre los egocéntricos. Defendía la primacía de
la comunidad sobre el individuo. Es el creador de la “Escuela del trabajo”
que, mas tarde, fue traducida como “Escuela Activa”. Sostenía que la
educación nueva tenía la necesidad de
ofrecer una vasta posibilidad de trabajo manual que podía, según las
disposiciones de los alumnos, convertirse en trabajo intelectual pero el
primero era el verdadero medio de desarrollo para la mayoría de las personas.
También se requerían actividades escolares más o menos ligadas a las tareas
familiares o sociales de los padres y actividades al servicio de los demás
para que los estudiantes aprendieran que la grandeza de la vida no está en dominar
sino en servir. En esta educación por el trabajo subrayaba la técnica, la
precisión y la dedicación de los alumnos con el fin de que se convirtieran en
ciudadanos útiles. Sus propuestas se aplicaron especialmente en las escuelas
técnicas.
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María Montessori (1870-1952) En 1907 en Roma, Italia
ENTREVISTA A MARIA MONTESSORI
TRADUCIDA AL ESPAÑOL
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Fundó La Casa de los Niños, para la enseñanza
desde los 4 a los 6 años de edad, donde aplicó su método de actividades
motrices y sensoriales para los primeros años de la infancia y la niñez.
Fueron traspuestas de su experiencia médica y en la educación de niños con
deficiencias intelectuales. Los centros se multiplicaron con tal celeridad
que en 1911 abrió una escuela para aplicar el método a niños mayores (de 7 a
11 años) Esencialmente consistía en
procedimientos individuales de clara tendencia biológica y otorgaba más
importancia a la estimulación sensorial que al juego y a la fantasía del niño
pero destacaba también la autoactividad, la necesidad de considerar a la
infancia como algo substantivo y con intereses específicos y de crear un
ambiente adecuado al niño. Construyó gran cantidad de juegos y materiales
educativos que, con variaciones, se han utilizado durante muchos años.
CORTO SOBRE LOS PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA PEDAGOGÍA DE MONTESSORI
TRADUCIDO AL ESPAÑOL
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Ovide Decroly (1871-1932) En 1907 en Bruselas, Bélgica
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Fundó La Escuela para la vida. Con el caudal de
su experiencia como médico y en la atención de niños con deficiencias
intelectuales para la que había creado un instituto laico en 1901, su método
despliega la actividad individual y colectiva de los alumnos acentuando la
idea de la globalización de la vida anímica a la que se acomodan los centros
de interés y de las ideas asociadas que rompen la rigidez del programa
escolar tradicional. Los centros de interés (la familia; el univeso; el mundo
vegetal; el mundo animal; etc.), cuyos temas y problemas los definen los
propios niños desarrollan la información, la asociación y la expresión a
partir de las necesidades infantiles de alimentación, protección de peligros
y de la intemperie y realización de actividades sociales, recreativas y culturales.
Las ideas asociadas o método de globalización presentan los temas de
enseñanza de forma integrada en lugar de por materias aisladas. Es innovadora
también su concepción ideovisual de la lectura, la metodología sincrética que
parte de las frases y palabras en vez de las sílabas y letras como lo hacen
los antiguos métodos analíticos. Proponía que la escuela-laboratorio
sustituyera a la escuela-auditorio.
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Edouard Claparede (1873-1940) En 1912 en Ginebra, Suiza
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Fundó el Instituto Jean Jacques Rousseau destinado
a las investigaciones en el campo de la psicología del niño y de la
pedagogía. Entendiendo que la actividad no es suficiente para explicar la
acción humana pues, actividad educativa es sólo la que corresponde a una
función social del hombre, prefirió denominar educación funcional a la
educación activa subrayando que, para respetar las diferencias individuales
de los estudiantes, las actividades escolares deben ser individualizadas y, a
la vez, sociales y socializadoras.
Insistía en la necesidad de estudiar profundamente la
psicología del niños, programa que profundizó su discípulo y colaborador Jean
Piaget (1896-1980) con sus investigaciones sobre la naturaleza del desarrollo
de la inteligencia y del conocimiento en el niño.
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Roger Cousinet (1881-1973) En 1920
en Francia
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Desarrolló el método de trabajo en equipos aplicándolo
por primera vez en escuelas primarias y luego experimentándolo y
perfeccionándolo. En lo esencial consiste en llevar a la escuela el mismo
espíritu de actividad espontánea que realizan los niños fuera de ella. Con
este fin les deja la libertad de congregarse según sus simpatías para
realizar los trabajos que les interesan. Cada trabajo dura menos de una
sesión escolar y el tema debe elegirlo cada grupo entre los que forman el programa
escolar oficial el cual, en el año, debe tratarse en forma completa. El
maestro debe crear un ambiente favorable e intervenir como observador y, si
es solicitado, como consejero. En las actividades los mismos niños plantean
los problemas, recogen el material y lo examinan con sus compañeros de equipo
y, al concluirlas, confeccionan individualmente ficheros de resumen y
registros de escritura, cálculo y
dibujos en sus cuadernos. Cada día durante la última media hora de
clase, los escolares discuten sobre los trabajos realizados.
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Celestin Freinet (1896-1966) A partir de 1920 en
Francia
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Junto con la introducción de la imprenta escolar para
evitar el verbalismo del maestro y promover la actividad reflexiva de los
niños, se plantean un conjunto de técnicas naturales:
El texto libre es realizado por los niños a partir de
sus propias ideas, sin tema ni tiempo pefijados. Se siguen estas fases: la
escritura del texto, que constituye una actividad creativa e individual; la
lectura ante todo el grupo, con lo que se trabaja la dicción correcta, la
entonación, la modulación de la voz; el comentario de texto de forma
colectiva; y otras técnicas como la impresión y reproducción de los textos
para la revista escolar y la correspondencia. La revista escolar, los estudios,
los inventos, los descubrimientos, pueden ser poligrafiados y formar parte de
una revista de un periódico de clase o de la escuela que los divulgue. En los
planes de trabajo el alumnado organiza sus actividades con una distribución
personal del tiempo y una autoevaluación de resultados y de progresos.A
través de las conferencias que brindan al grupo-clase, los estudiantes
exponen los resultados de sus investigaciones y estos documentos pasan a
formar parte de la biblioteca de trabajo para su consulta. La biblioteca de
trabajo que tiene cada grupo-clase está compuesta de diferentes libros de
consulta, manuales, enciclopedias, monografías, artículos de prensa y de
revistas, así como de archivos de fotografías. Este material se clasifica de
acuerdo a la dinámica y las necesidades de los niños y las niñas quienes
acceden libremente a él y se encargan de ordenarlo y controlarlo. La asamblea
de clase es un órgano rector y de decisión del grupo. En ella se plantean
problemas y se buscan medios para su resolución, se planifica y posibilita la
realización de proyectos. El cálculo vivo refiere a que el material para
plantear los problemas aritméticos surge de las experiencias reales
cotidianas de los estudiantes. La correspondencia interescolar se inscribe en
la consideración del lenguaje como sistema para el intercambio de mensajes
con personas que están lejos pero con las que se mantienen lazos de afinidad
y solidaridad. Supone además un incentivo para impulsar tareas de
conocimiento y de observación del medio.
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Hasta tanto la educación formal no realice una verdadera revolución la humanidad continuara creciendo al servicio de quienes crearon las escuelas y no al servicio del hombre como ser integral de la naturaleza planetaria.
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